El castellano es un idioma loable, lo hable quien lo hable | Luis Piedrahita | Reseña literaria | El Estante de Rhiri

¡Buenas tardes! Hoy al blog os traigo mi última lectura del mes de enero, El castellano es un idioma loable, lo hable quien lo hable de Luis Piedrahita. Si no conocéis a Luis ya estáis tardando en buscar sus monólogos en youtube -os recomiendo el de la naranja y el de la pelusa- y si lo conocéis ya sabréis de por dónde van los tiros de este libro. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!
 
«Bienvenido al mundo de la letra pequeña. Todo lo que vas a leer en este libro es auténtico: los bombones con restos de tuercas, el restaurante que ofrece bolitas de polla fritas, la sandwichera que realiza sándwiches de acero…Todo son errores auténticos, encontrados en textos reales. Errores gigantescos escritos con letra pequeña».



Solo con la sinopsis ya podréis imaginar de qué va este libro, si, exacto, de gazapos. Pero gazapos de los grandes, tantos que algunos te llaman hasta imbécil. El libro se compone de fotografías de productos que podemos usar habitualmente -otros no tanto- y cuyas instrucciones traducidas al castellano dejan mucho que desear.

La verdad es que es un libro muy ligero y divertido, yo me he pasado horas con él partiéndome de risa. Literalmente, porque cuando estaba enferma hasta me ahogaba. Lo malo que yo he podido encontrar es que cuando lees unas cuantas páginas pues te cansas un poquito porque es más o menos todo lo mismo. Y en algunas partes es un humor tan absurdo que ni hace gracia y mirad que yo me río con cualquier chorrada, como dice mi chico "a ti no te gusta el humor absurdo, a ti te gusta el humor tonto".

Quitando esa parte de que me ha costado leerlo un poco porque me iba cansando si que es cierto que he soltado grandres carcajadas con él y lo recomiendo muchísimo para esos días que te apetece leer pero no leer nada serio. Sino que quieres algo que no te haga pensar, que no haga que tu mente se esfuerce demasiado. Pues este libro es vuestra solución.

Lo recomendaría también para esas tardes de playa en las que has acabado de comer, el sueño te puede bajo la sombrilla pero no quieres acabar roncando como todo el mundo a tu alrededor. Pues coges este libro, te pones a leer y te echas unas risas mientras los demás despiertan. Es una buena solución para personas como yo que vamos a lugares sin cobertura y no podemos tirar de móvil para pasar el rato.

Así que, aunque sea una reseña cortita, os digo que este libro está muy bien para pequeños ratos, cuando lees mucho seguido puede llegar a cansar, pero en ningún momento es un desperdicio de tiempo. Nos leemos muy pronto, ¡besazos!

Comentarios